La bienvenida.

Bernardo, Nani, Rosa y Lola.
Mas adelante comentaremos de lo que dijeron.

Os puedo contar es lo feliz que hicisteis/hicimos a nuestro querido Bernardo con esta nuestra pequeña celebración. Bernardo que, aunque toda la vida ha ido de duro cascarrabias, sigue siendo de esas personas que se emocionan hasta el extremo con aparente poquita cosa. Su corazón se ha visto en más de un trance, será porque sus cientos de vivencias y recuerdos, ahí las las atesora. Ahora, su coco es otra cosa; ha sido siempre imposible y a esta altura no creo que nadie logre convencerle, que guarde escrito algunas cosas para el futuro (siempre escribe o en papel cebolla o en propaganda de visitadores médico) y de ordenadores -ni hablamos. Salvo que alguno se lo sopleis ni se enterará de lo que aquí escribimos de él. Así que ¡¡hala a "criticarlo" en el blog!!

P.D. Confieso que tengo guardado como oro en paño la homilia que nos dió a Nani y a mí el día de nuestra boda. Sí, el papel era de propaganda de una medicina y apurado hasta salirse las letras por los bordes.

INTERVENCION DE ROSA TORRES

Estamos aquí para celebrar que un movimiento joven, hecho por jóvenes, para los jóvenes y sustentado por jóvenes, cumple 30 años. Jamás se nos olvidó y presumíamos de eso, de ser gente joven, con ganas de vivir, con ganas de luchar, con ganas de trabajar, con ganas de comprometerse, con ganas de ser jóvenes. Por eso a pesar de nuestros pocos años cogimos las riendas, aunamos esfuerzos y tiramos del carro. Sabíamos que nuestro paso por el movimiento era efímero pero no nos importaba, pusimos todo el tiempo, la ilusión, el coraje, el empuje y las fuerzas de que éramos capaces y nos lanzamos sin paracaídas. Estamos aquí para celebrar que supimos pasar el testigo y que las generaciones que vinieron detrás lo supieron coger con un sentido de la responsabilidad que no era propio. Nuestro paso por el movimiento fue muy corto en el tiempo (sólo podíamos estar hasta temprana edad) pero muy intenso (lleno de vivencias únicas e irrepetibles). Vivencias compartidas con gente que algunas veces ni conocíamos, pero que dejaron tal huella en nuestro corazón que aún hoy, después de 30 años, sigue siendo nuestra gente. No importa que estemos cada uno en nuestro lugar de trabajo y de vida y no nos veamos a menudo, incluso años, pero cuando nos vemos nuestro corazón estalla de alegría y todo vuelve a ser igual. Es como si el tiempo no hubiera pasado. ¡Nunca pensamos que iba a llegar tan lejos, la verdad! Estamos aquí para celebrar que con él crecimos y maduramos y nos pusimos a las puertas de una vida llenos de valores vividos que se grabaron con fuego y nos han acompañado siempre. Estamos aquí para celebrar que con él aprendimos a compartir, a ser tolerantes, a no frivolizar, a ser responsables, a ser solidarios, etcétera, pero hubo un descubrimiento que nos marcó más que ningún otro. Descubrimos la palabra AMIGO, con mayúsculas, y lo que ello significaba.

Estamos aquí para celebrar que sigue siendo válido. Cada uno de los que estamos aquí, y de los que no han venido, pusimos nuestro grano de arena. Entre todos construimos la montaña y hemos logrado que haya sido posible y llegara hasta hoy.

Estamos aquí para celebrar que venimos cada cual desde su senda. Nos separamos, crecimos, estudiamos, buscamos trabajo, formamos una familia, cada uno dio un rumbo a su vida, pero después de 30 años miramos atrás con tanto cariño que hemos hecho un sitio en nuestras apretadas agendas para venir a estar juntos. Ese lazo invisible que nos une a todos, seamos de la época que seamos, sigue estando más vivo que nunca. Sólo ha
hecho falta un motivo, alguien que se ponga a rascar un poco para que salga a flor de piel y corramos a encontrarnos.