NANI ESCRIBE:
¿Y AHORA QUÉ?
Después del I Encuentro, nos centramos durante meses en analizar el material resultante, para ello formamos un grupo de jóvenes de Jaén, de entre los participantes en el mismo. En el Secretariado de Cursillos, Rafa y yo -como vocales de juventud- elevábamos las propuestas y seguíamos afinando conceptos e ideas con los mayores del Movimiento de Cursillos.
De esos primeros tiempos no puedo menos que plasmar mi gratitud a los miembros del Secretariado en general, pero sin lugar a dudas, de un modo muy especial al incansable, incondicional y meticuloso Antonio Illana y a dos mujeres de postín, Carmen Sánchez y Josefina Hidalgo, que aportaron además de su trabajo serio, apasionado y sensato, una confianza ciega en el trabajo que los jóvenes íbamos desarrollando.
En poco tiempo, los vocales de juventud pasamos de ser meros espectadores con voz pero sin voto, a ocupar un lugar de privilegio, con un contenido en la vocalía tan intenso que se empezó a cocinar la idea de montar un Movimiento Juvenil bajo la tutela del Movimiento de Cursillos, pero totalmente autónomo en sus decisiones y funcionamiento. Ya se había llevado a cabo la experiencia de Cursillos sólo para jóvenes, impartidos por adultos cualificados que creían en la necesidad de rejuvenecer el Movimiento de Cursillos, pero no terminó de cuajar.
Nosotros queríamos más. El clamor del I Encuentro lo había dejado claro. Los jóvenes tenían que ser tutelados por otros jóvenes, preparados y responsables, que vivieran y sintieran en la misma onda.
Con el tiempo se ve todo muy fácil, pero las negociaciones fueron bastante intensas hasta llegar a acuerdos razonables.
¿Qué queríamos? En vez de Cursillos y sus rollos, se harían Jornadas de trabajo, menos intensas en contenido pero muy participativas, y el equipo lo formaría en su totalidad jóvenes más un adulto de la escuela elegido por los jóvenes que iría en calidad de "madre/padre", casí como un invitado, dado que prácticamente no se le asignaban tareas, más el cura elegido también por el equipo.
Así comenzó otra etapa más de intenso trabajo que daría forma definitiva a la Primera Jornada.... pero eso será otra historia.
Besos. Nani
De esos primeros tiempos no puedo menos que plasmar mi gratitud a los miembros del Secretariado en general, pero sin lugar a dudas, de un modo muy especial al incansable, incondicional y meticuloso Antonio Illana y a dos mujeres de postín, Carmen Sánchez y Josefina Hidalgo, que aportaron además de su trabajo serio, apasionado y sensato, una confianza ciega en el trabajo que los jóvenes íbamos desarrollando.
En poco tiempo, los vocales de juventud pasamos de ser meros espectadores con voz pero sin voto, a ocupar un lugar de privilegio, con un contenido en la vocalía tan intenso que se empezó a cocinar la idea de montar un Movimiento Juvenil bajo la tutela del Movimiento de Cursillos, pero totalmente autónomo en sus decisiones y funcionamiento. Ya se había llevado a cabo la experiencia de Cursillos sólo para jóvenes, impartidos por adultos cualificados que creían en la necesidad de rejuvenecer el Movimiento de Cursillos, pero no terminó de cuajar.
Nosotros queríamos más. El clamor del I Encuentro lo había dejado claro. Los jóvenes tenían que ser tutelados por otros jóvenes, preparados y responsables, que vivieran y sintieran en la misma onda.
Con el tiempo se ve todo muy fácil, pero las negociaciones fueron bastante intensas hasta llegar a acuerdos razonables.
¿Qué queríamos? En vez de Cursillos y sus rollos, se harían Jornadas de trabajo, menos intensas en contenido pero muy participativas, y el equipo lo formaría en su totalidad jóvenes más un adulto de la escuela elegido por los jóvenes que iría en calidad de "madre/padre", casí como un invitado, dado que prácticamente no se le asignaban tareas, más el cura elegido también por el equipo.
Así comenzó otra etapa más de intenso trabajo que daría forma definitiva a la Primera Jornada.... pero eso será otra historia.
Besos. Nani
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