Antes que nada, quiero agradeceros a todos aquellos que con ilusión, habéis dado vuestra aprobación a la celebración de este Aniversario. MUCHAS GRACIAS. He sentido el cariño, el talante de la vieja escuela de sarmientos que no dudo jamás en prestarse generosa a cuantas expresiones de amor, lealtad, honradez, sencillez y alegría hubiera de desplegar allá donde fuera necesario. También he de poner de relieve el esfuerzo personal, traslandose hasta Jaén o posponiendo unas pequeñas vacaciones que muchos de vosotros está haciendo por darle forma a este sueño después de 30 años.
Todo este discurrir hacia el encuentro, no ha sido un placido paseo, también ha habido decepciones y desalientos. Igualmente le agradezco a los que las cultivaron, su contribución. ¡Que sería de un viaje sin cicatrices que mostrar!
El sábado confío en veros a todos los de la lista y algunos más, aunque ya de antemano sé de algunas faltas de última hora. La vida no es nada más que el soporte que posibilita maravillosos o decepcionantes encuentros. Los pusilánimes se encierran ante el temor de la decepción, pero hay de los que se arriesgan a diario y encuentran el amor de su vida, amigos para siempre, o viven aquella experiencia que invocarán siempre en sus vidas.
¡AH! Como siempre me enrollo más de la cuenta, lo único que quería deciros es que os llevéis cámaras de vídeos y fotos; algunas/os que inexcusablemente y con todo el dolor de su corazón no van a poder asistir al encuentro, quieren que después les contemos como fue y si es con documentos gráficos, mejor que mejor.
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Todo este discurrir hacia el encuentro, no ha sido un placido paseo, también ha habido decepciones y desalientos. Igualmente le agradezco a los que las cultivaron, su contribución. ¡Que sería de un viaje sin cicatrices que mostrar!
El sábado confío en veros a todos los de la lista y algunos más, aunque ya de antemano sé de algunas faltas de última hora. La vida no es nada más que el soporte que posibilita maravillosos o decepcionantes encuentros. Los pusilánimes se encierran ante el temor de la decepción, pero hay de los que se arriesgan a diario y encuentran el amor de su vida, amigos para siempre, o viven aquella experiencia que invocarán siempre en sus vidas.
¡AH! Como siempre me enrollo más de la cuenta, lo único que quería deciros es que os llevéis cámaras de vídeos y fotos; algunas/os que inexcusablemente y con todo el dolor de su corazón no van a poder asistir al encuentro, quieren que después les contemos como fue y si es con documentos gráficos, mejor que mejor.
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